Érase una vez un número, pero no un número cualquiera, era un número perverso y malvado. Era tan terrible que ninguna variable entera con signo quería alcanzar el valor de este número, porque destruía todos los sistemas en que aparecía. Se llamaba 2147483647. Vale, realmente no es que los destruyera, sino que... digamos... daba lugar … Sigue leyendo Se llamaba 2147483647