Se acerca de nuevo el solsticio de invierno.
A las 23:03UTC del 21 de Diciembre el Sol alcanza el punto más alto del Hemisferio Sur y en el Norte lo veremos en su posición más baja.
A veces se vincula la celebración de la Navidad, con cierto significado simbológico, al «Sol Invictus». Esta festividad pagana del Imperio Romano llamada «Sol Invictus» o «Dies Natalis Solis Invicti» (Nacimiento del Sol Invicto) tiene precisamente su origen en el solsticio de invierno. El Sol que no baja más (en el hemisferio Norte) y logra erigirse como astro predominante, calentando y alumbrando nuestro planeta, era el dios oficial del Imperio Romano tardío. En el 274 el emperador romano Aureliano hizo un culto oficial, junto con los cultos romanos tradicionales. El dios se vio favorecido por otros emperadores y apareció en las monedas la inscripción Sol Invictus:

La simbología de esta fiesta era precisamente la Natividad (el renacimiento del Sol). Se atribuye la tradición a la llegada del Mitraísmo a Roma; esta religión con origen en Asia Menor aparece mencionada por primera vez en un tratado entre los hititas y los mitani, escrito hacia el 1400 a. C. Se cree que fue muy popular en Roma entre los siglos I y IV d.C.
El mitraísmo fue una religión mistérica basada en mitos y ritos que compitió con el cristianismo hasta el siglo IV. De hecho, se encuentran similitudes entre ambas religiones: http://es.wikipedia.org/wiki/Mitra%C3%ADsmo#Similitudes_con_el_cristianismo
Otra importante festividad romana que tenía lugar en estas fechas eran las Saturnales, fiestas en honor al Dios Saturno, Dios de la Agricultura. Se celebraban del 17 al 23 de diciembre, a la luz de velas y antorchas, por el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz, o nacimiento del Sol Invictus, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de invierno). Probablemente las Saturnales fueran las fiestas de la finalización de los trabajos del campo, celebradas tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano. Las Saturnales también se llamaron fiestas de los esclavos.
Ciertos autores dicen que el día de Navidad fue fechado en torno al siglo III d.C por la Iglesia el día 25 de diciembre para facilitar la conversión de la población romana al cristianismo, para que pudieran disfrutar de sus fiestas tradicionales y a la vez convertirse. Las Saturnales eran siete días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos. Eran Navidad y Carnaval al mismo tiempo. El cristianismo victorioso de la Antigüedad tardía se las vio y deseó para acabar con la fiesta pagana.
Por otro lado, aunque se desconoce con exactitud el momento del nacimiento de Jesús, algunos han tratado de excluir los meses de diciembre y enero de las posibilidades:
“Había en aquella misma zona pastores que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños. Y de repente el ángel de Jehová estuvo de pie junto a ellos, y […] les dijo: […] ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor’” (Lucas 2:8-11)
En los meses fríos los pastores no vivirían a campo raso ni mantendrían a la intemperie sus rebaños. Sin embargo, la realidad es que la fecha no se escogió para ser estrictamente rigurosa desde el punto de vista histórico. Por tanto, según muchos la imprecisión de la fecha en ningún modo disminuye la importancia de celebrar el nacimiento de Jesús.
En los pueblos celtas y escandinavia celebraban el solsticio de invierno con el nombre de El Yule. En honor de Frey, dios del amor y la fertilidad que según la creencia controlaba el tiempo y la lluvia, quemaban un largo tronco de Yule que iba ardiendo lentamente durante la festividad. A esta tradición le debemos los famosos troncos de chocolate:

Para los pueblos celtas el árbol significaba poder, y esta tradición, heredada a través de los siglos dio lugar a los árboles de Navidad:


Sea como sea, a la espera de este 21 de Diciembre, que ascienda el Sol y traiga luz, calor y pura vida:
Feliz Solsticio de Invierno.
Feliz Yule.